Para la artista mexicana vida y obra son un todo consciente que la llevan a vivir de lleno las experiencias
Vilagarcía de Arousa, 15 de enero de 2013
Festival PARALELO 43º21'45" en Coruña, foto de Begoña Pastoriza |
Artista prolífica y multifacética, Elizabeth Ross (México DF, 27 de julio) cuenta con una amplia carrera desarrollada principalmente en México y en España. Su trabajo proyecta la fuerza, el rigor y el vitalismo de temáticas sociales como la migración y la situación de la mujer en el mundo.
Ross ha sido punto de encuentro internacional a través de su labor como gestora cultural con diversos proyectos, entre los que se encuentra Eyes Every Where que ha reunido a más de una veintena de artistas de múltiples nacionalidades.
Cuando habla de su obra, habla de su propia vida, conoce el lenguaje de la arcilla, del cuerpo y de que a toda acción le corresponde una reacción. Y que un artista ineludiblemente vive como artista.
Pregunta.- ¿Cuál es el origen y significado de su nombre artístico, Elizabeth Ross?
Elizabeth es el nombre que me puso mi padre y la traducción al inglés del de mi madre, Isabel. Ross tiene, en lo cercano, origen escocés, pero también significa “caballo” en alemán antiguo. En el horóscopo chino soy caballo, así que me queda muy bien. Por otro lado, es el apellido de mis hijos y legalmente mi seudónimo desde que lo inscribí en la Sociedad General de Escritores Mexicanos (SOGEM) cuando traduje la obra de Lennon en 1990.
P.- ¿Cuándo fueron sus inicios en la
escena cultural mexicana, como escritora, ceramista, etc.?
R.- Pues a nivel nacional, precisamente en
1990, al organizar un evento como homenaje al mismo Lennon en la
Ciudad de México, en la que además participé como expositora y
publiqué un artículo en El Nacional. Un año antes tuve mi primera
individual con escultura en cerámica, y era colaboradora en una
publicación local. Desde entonces no he parado.
P.- ¿Cuál fue el detonante para
decidir venir a España?
R.- Bueno, es una historia mil veces
repetida, pero aquí está: después de 17 años de vivir en Morelia,
Michoacán, tenía urgencia interna de cambiar de aires. Había hecho
ya todo lo que era posible hacerse en esa ciudad y necesitaba un
cambio. Sucede que recuperé la nacionalidad española heredada de mi
padre y de mi abuelo, nacido en Asturias, y decidí venir a explorar
en estas otras raíces que me conforman. Pero aún a sabiendas de que
la situación no era la mejor, la decisión estaba hecha y di el
salto transatlántico (y cuántico) al recibir el apoyo manifiesto de
Inma Doval para llegar a A Coruña. Fue el sabio azar el que me llevó
a Galicia, lugar que ya conocía, habiendo estado ahí varias veces
en los años anteriores. Estuve ahí 9 meses, dos de mis socias son
gallegas, pero como soy inquieta, salí de ahí rumbo a Francia y
ahora estoy asentada (digo, es un decir) en Madrid.
P.- Madrid, una ciudad que, intuyo, le
hace sentir como pez en el agua…
R.- Sí, aunque sé que apenas me inicio en
ser parte de la vida y la escena madrileña. Mas también me siento
bien en la ciudad de México y en general en donde quiera que esté.
Me digo que soy de donde estoy.
P.- Su proyecto “Eyeseverywhere”
ya tiene más de cinco años. ¿Qué experiencias le ha dejado en
este tiempo y cómo piensa celebrarlo?
R.- “Eyes every where” está en su
adelantado sexto año de existencia. Es un proyecto que me da
satisfacciones semanales, al ver la calidad de las fotos de todas las
artistas a las que he invitado y es un compromiso firme de estar ahí
cada semana, llueve o truene. El que persista en el tiempo y el que
hayan pasado diversas artistas y dejado su huella visual es algo
también muy rico. ¡Y lo estamos celebrando entre todas! La
exposición en China, la proyección del vídeo que hice para los 4
años en Noruega y otros sitios (Morelia, Madrid mismo) y ahora en
Buenos Aires. Y habrá más en la medida en que todas se involucren.
P.- Tengo la impresión de que, en
ocasiones, los límites entre su vida y su trabajo artístico se
diluyen. ¿Qué esfuerzos le implican y cómo lo asimila el público?
R.- Claro que vida y obra son un todo
consciente que me lleva a vivir de lleno las experiencias, buenas y
malas, transformarlas internamente y verterlas al día a día en obra
o no. Sé además que soy temporalera, que las semillas tardan en
germinar y que el ciclo de la vida es ineludible. Mi obra es la que
sale de mis manos, los encuentros que organizo, mi trabajo con
mujeres, mi posición política, mi haber dejado todo atrás y
adentrarme en el misterio de lo desconocido.
Ahora, hablar del público es más
difícil. Sé que mi obra es empática con las mujeres, por los
códigos que manejo, pero también he recibido excelente
retroalimentación de los hombres. Mi obra contiene un lenguaje
directo cuyos significantes son recibidos sin grandes filtros o
sombras. Al menos eso siento, porque ¿cómo puedo hablar “del
otro” sin estar proyectando mis deseos y percepciones individuales?
P.- ¿Qué proyectos tiene entre manos?
R.- Pues primero que nada mantenerme con
vida, esto es, una vida productiva y generosa. Impulsar 3multiverse,
asociación europea para las artes y comunidades que es, claramente,
una derivación del trabajo de 5célula arte y comunidad, en contexto
europeo. Ambas asociaciones se fundan con el concepto de arte como
herramienta de diseño social, o sea, de cambio.
En cuanto al trabajo personal, mis
líneas ahora son la migración y las mujeres, la identidad y la
memoria. No están cerradas, pero para acotar con éstas bastan. El
proyecto para el SNCA se llama Transvase Territorial y va sobre esos
temas, que son sumamente amplios. Considero que aún está en beta.
También, y por supuesto, seguir con mis proyectos colectivos y de
gestión, que se entreveran con 3multiverse acá y 5célula en México.
Autorretrato en Milpedras |
R.- No como quisiera pero sí, en A Coruña
pude tener acceso a un taller donde hice algunas esculturas en
porcelana en pequeño formato, después durante mi estancia en
Bangols sur Cèze, en el sur de Francia, hice algunas otras. En
Madrid aún no he tenido el tiempo y la dirección para ello, pero la
echo mucho de menos. ¡A la primera oportunidad pondré las manos en
la masa!
P.- ¿Qué opinión le merecen los
agitados tiempos por los que pasa España, en particular; y Europa,
en general?
R.- Creo que los tiempos agitados no se
reducen a Europa o a España, sino que es un mal global, de cambios
bastante radicales en los que el sistema neoliberal está estirando
más de lo que puede y va a acabar fracturándose de tal forma que se
nos viene algo que aún no puedo, o tal vez no quiero, vislumbrar.
Pero confío en la humanidad y su capacidad de cambio y resiliencia.
Al final, si no lo hiciera, iría en contra de mi convicción de que
la vida prevalecerá.
P.- ¿No son buenos tiempos para estar en
España?
R.- Pues como dicen los gallegos, es lo que hay. O sea, nada es
coincidencia y si estoy aquí es porque así lo decidí y porque así
me toca en mi desarrollo personal. Los ambientes hostiles hacen que
des lo mejor de ti, y de menos, ofrecen muchos conocimientos que de
otra forma sería imposible adquirir.
P.- ¿No le recuerdan a México y a la
reciente historia de América Latina?
R.- En cuanto a un paralelismo entre España
y la historia reciente (¿qué tan reciente?) de América Latina, lo
que veo es que los procesos está tan íntimamente enlazados que el
efecto mariposa funciona. Los intereses de las corporaciones, del 1%,
no tienen fronteras y las reformas laborales son tan similares, el
grado de violencia contra la ciudadanía es tan parecido, que la
aldea global que somos sufre las mismas consecuencias de la avaricia
ciega y atroz de quienes están enfermos de poder y dinero.
P.- ¿Qué lleva siempre en su
equipaje?
R.- ¡Ja! Mi portátil, un cuaderno, mi
cámara y un garrau (como les llamo a los fulares).
Entrevista por: Augusto Metztli
Edición de: Deborah Castro
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